miércoles, 25 de noviembre de 2009

lentejas.

Bummmm. Jarrón de agua fría. ¿Cuántos habré tenido ya? Demasiados. Si al menos fuera agua templada... pero no, fría fría. Por no decir congelada. Es como darme contra un muro.. hacia tiempo que no, pero me he vuelto a dar en toda la cara.
Me siento como un niño que está a punto de coger un sandwich de nocilla, y su madre se lo cambia por las lentejas que no se había comido a medio día.
el caso es que no me gustan las lentejas. Es más, odio las lentejas.

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